martes, 23 de febrero de 2016


La inquietud poética en el ocaso larense y el tiempo

(A los poetas larenses)



En el instante de la unión de los acordes del golpe tocuyano, en el río de las lunas, como se le atribuye su nombre Tocuyo, un tamunanguero exclama ¡acompáñame en alta mar! Refiriéndose a tocar en tono Mayor. He allí la expresión popular que mantiene un vínculo instintivo con la belleza y la simbología preciosa, impregnada en la tierra de magia y nuestro espacio eterno de palabra navegante, como unidad poética de nuestra cultura regional. Lara, tierra de histórica estructura, de cultivo de poesía, lo ha demostrado en la semblanza de “grano de oro y de púrpura animada, ese fruto silvestre: el Semeruco”. José Parra Pineda, inquieto pincela un diálogo que nos invita a conocer la extensión colorida de nuestra tierra.
Y es palpable que Barquisimeto con su geometría sensible, nos penetra en nuestro caminar, y así define Antonio Arraiz “viejas calles largas de la tierra mía/ con su eterno manto de melancolía/ cuando nace el alba, cuando nace el día”. La eternidad perfecta tal vez se podría apreciar en una desmayada mirada hacia el amanecer, que va a estar al corriente dentro de nosotros, y en ella saber, que pasará el día con unas siluetas muy diferentes y con esa precisión se configurará nuestro escrito, haciéndola cada día más única; la canción desnuda e indefinible.
El misterio del crepúsculo  Guachirongo, se ocultaba y  muchos de nosotros también nos ocultamos bajo ese manto, e interfiere cristalizar en el mando supremo de la deidad, un pequeño grito  mezclado en sollozo y latido, en letra y eternidad. Dentro del mundo que nos encerramos quisiéramos reflejar la sensibilidad de Roberto Montesino “yo quiero ser como el guijarro humilde, sin cristalino tilde, sin forma airosa, sin huella altiva.” La correspondencia de un cosmo aquí en lo terreno de precisa humildad es característico, es visible, y desde allí emprende un amor por adentrarse más en la poesía larense, hay una cascada de romance, y Pío Tamayo en lucha y enamorado por la humanidad escribe sigiloso “desde los horizontes,/ allá donde hace señas de adioses el crepúsculo,/ vi encenderse los últimos luceros de sus besos.” Así de enamorado, es el paisaje que nos envuelve, y es mas allá el tesoro que se prolonga y nos toca descubrir, enloquecernos de ternura, dejar que nuestros parpados se coloreen de naranjeada tarde y un color de flamencos cuando el sol despide, y nuestros cuerpos cruzados entre la desnuda noche donde aparece la luna, y escuchamos esa noche larense con un acorde de agua dejando que la palabra en silencio cabalgue la historia.
Dejamos llorar a los poetas y nos hacemos ecos, queremos regresar a ser niños y aprender por vez primera la afinación del cuatro, llegamos a la realidad cronológica en un espejear del tiempo, nos imaginamos a Juan González  a través de la lectura, nos deleitamos un dulce sabor de historia de la negra Susana, preguntamos por la dirección de Pablera a un viejito que toma té y pronuncia el oculto origen de este pedazo de música en que vivimos, tomamos un café con los muertos y nos trasmiten la llama viva de la existencia milagrosa, construyen más la ciudad, la vieja fotografía se embellece, allí renacen los poetas y beben en el espíritu el mosaico de los animales silvestre, el pajarito San José despega danzarín al viento en los valles de Quíbor, nos damos cuenta de Lara, sus personajes, conjugamos nuestra región con África, los sones negros llegan a revivir el aroma inextinguible, San Antonio precipita una doncella entre llovizna y nos queda por descifrar este nudo en la garganta. Lara, Poetas ya sucumbidos en paraíso, vengan a mi ventana dejen que cante el duende, que cante y que la poesía larense recorte la fuente del turbio y nos persignemos el don glorioso de santidad y firmemos en nuestro epígrafe, amén… 
Auditorio Ambrosio Oropeza, 22 de febrero 2011.

José Miguel Méndez Crespo.
Miembro del Colectivo Literario
“El cuarto de los Duendes”

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*Este ensayo fue leído el 22 de febrero del 2011 en  acto del I homenaje a los poetas larenses una pluma roja en el turbio.
* Este ensayo poético se publicó en el Diario El Impulso.
* 20 poetas fueron homenajeados en su primera edición, 10 poetas en vida y 10 poetas que se han ido en su vuelo al crepúsculo- Según Ramón Querales fue un acto literario histórico, nunca una generación de poetas jóvenes había tenido la iniciativa de homenajear a los poetas consagrados.
* Ramón Querales publicó sobre este acontecimiento en la revista literaria .Rótulos.

anexo un link con información sobre esta iniciativa ecoduendista

http://www.barquisimeto.com/2011/02/18/una-pluma-roja-sobre-el-turbio-homenaje-a-los-poetas-larenses/

  

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