La inquietud poética en el ocaso larense y el tiempo
(A los poetas larenses)
En
el instante de la unión de los acordes del golpe tocuyano, en el río de las
lunas, como se le atribuye su nombre Tocuyo, un tamunanguero exclama ¡acompáñame
en alta mar! Refiriéndose a tocar en tono Mayor. He allí la expresión popular
que mantiene un vínculo instintivo con la belleza y la simbología preciosa, impregnada
en la tierra de magia y nuestro espacio eterno de palabra navegante, como
unidad poética de nuestra cultura regional. Lara, tierra de histórica estructura,
de cultivo de poesía, lo ha demostrado en la semblanza de “grano de oro y de
púrpura animada, ese fruto silvestre: el Semeruco”. José Parra Pineda, inquieto
pincela un diálogo que nos invita a conocer la extensión colorida de nuestra tierra.
Y es
palpable que Barquisimeto con su geometría sensible, nos penetra en nuestro
caminar, y así define Antonio Arraiz “viejas calles largas de la tierra mía/
con su eterno manto de melancolía/ cuando nace el alba, cuando nace el día”. La
eternidad perfecta tal vez se podría apreciar en una desmayada mirada hacia el amanecer,
que va a estar al corriente dentro de nosotros, y en ella saber, que pasará el
día con unas siluetas muy diferentes y con esa precisión se configurará nuestro
escrito, haciéndola cada día más única; la canción desnuda e indefinible.
El
misterio del crepúsculo Guachirongo, se
ocultaba y muchos de nosotros también
nos ocultamos bajo ese manto, e interfiere cristalizar en el mando supremo de
la deidad, un pequeño grito mezclado en
sollozo y latido, en letra y eternidad. Dentro del mundo que nos encerramos
quisiéramos reflejar la sensibilidad de Roberto Montesino “yo quiero ser como
el guijarro humilde, sin cristalino tilde, sin forma airosa, sin huella
altiva.” La correspondencia de un cosmo aquí en lo terreno de precisa humildad
es característico, es visible, y desde allí emprende un amor por adentrarse más
en la poesía larense, hay una cascada de romance, y Pío Tamayo en lucha y
enamorado por la humanidad escribe sigiloso “desde los horizontes,/ allá donde
hace señas de adioses el crepúsculo,/ vi encenderse los últimos luceros de sus
besos.” Así de enamorado, es el paisaje que nos envuelve, y es mas allá el
tesoro que se prolonga y nos toca descubrir, enloquecernos de ternura, dejar
que nuestros parpados se coloreen de naranjeada tarde y un color de flamencos
cuando el sol despide, y nuestros cuerpos cruzados entre la desnuda noche donde
aparece la luna, y escuchamos esa noche larense con un acorde de agua dejando
que la palabra en silencio cabalgue la historia.
Dejamos
llorar a los poetas y nos hacemos ecos, queremos regresar a ser niños y
aprender por vez primera la afinación del cuatro, llegamos a la realidad
cronológica en un espejear del tiempo, nos imaginamos a Juan González a través de la lectura, nos deleitamos un
dulce sabor de historia de la negra Susana, preguntamos por la dirección de Pablera
a un viejito que toma té y pronuncia el oculto origen de este pedazo de música
en que vivimos, tomamos un café con los muertos y nos trasmiten la llama viva
de la existencia milagrosa, construyen más la ciudad, la vieja fotografía se
embellece, allí renacen los poetas y beben en el espíritu el mosaico de los animales
silvestre, el pajarito San José despega danzarín al viento en los valles de Quíbor,
nos damos cuenta de Lara, sus personajes, conjugamos nuestra región con África,
los sones negros llegan a revivir el aroma inextinguible, San Antonio precipita
una doncella entre llovizna y nos queda por descifrar este nudo en la garganta.
Lara, Poetas ya sucumbidos en paraíso, vengan a mi ventana dejen que cante el
duende, que cante y que la poesía larense recorte la fuente del turbio y nos persignemos
el don glorioso de santidad y firmemos en nuestro epígrafe, amén…
Auditorio Ambrosio Oropeza, 22 de febrero 2011.
José Miguel Méndez Crespo.
Miembro
del Colectivo Literario
“El
cuarto de los Duendes”
@josemiguelm87 Sígueme en mi cuenta Twitter
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*Este ensayo fue leído el 22 de febrero del 2011 en acto del I homenaje a los poetas larenses una pluma roja en el turbio.
* Este ensayo poético se publicó en el Diario El Impulso.
* 20 poetas fueron homenajeados en su primera edición, 10 poetas en vida y 10 poetas que se han ido en su vuelo al crepúsculo- Según Ramón Querales fue un acto literario histórico, nunca una generación de poetas jóvenes había tenido la iniciativa de homenajear a los poetas consagrados.
* Ramón Querales publicó sobre este acontecimiento en la revista literaria .Rótulos.
anexo un link con información sobre esta iniciativa ecoduendista
http://www.barquisimeto.com/2011/02/18/una-pluma-roja-sobre-el-turbio-homenaje-a-los-poetas-larenses/
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